martes, 4 de diciembre de 2018

Dejar huella

Que me he quedado muchas veces justo en medio de un montón de letras que no alcanzan para esta inquebrantable alma que se ha cansado de luchar, de olvidar y perdonar, de ser siempre la causal de tanto revuelo que sigue de un lento suspiro, una cálida tarde o un disco de mi infancia que me hacía gritar cantando o bailar hasta volverme loca.

Siempre que me siento a escribir lo hago con la única intención de plasmar todo aquello que carcome por dentro o de lo que estoy segura en algún tiempo me hará recordar que tan feliz fui o que tan insoportable me sentí con aquel triste adiós.

Y transmitir a otros lo que hay dentro de mi, como para lograr incluso que alguien se inspire y componga una canción con lo que le hice sentir, algo que siempre escuchen y tenga mi sello, eso es lo que anhelo, dejar una huella en este mundo que haga que valga la pena mi existir.

No suelo esperar ser "la chica bonita" "la de las curvas definidas" o "cabello risado", ir más allá porque me parece perfecto ser ese puntito rosa dentro de esta vida a veces vuelta mierda, de personas que lo son aún más, o de envidias e hipocresía dentro o fuera, cerca o lejos.

Tengo un número incalculable de personas que me han acompañado por un breve o corto tiempo, muchos a los que perdí rastro y solo se queda lo más bonito dentro de mi, y es que es eso: aprender lo mejor de cada uno y dejar ir todo lo que nos afecta de una mala manera.

Y me repito a mi misma si esto es a lo que se refiere la gente cuando dice MADURAR, pero ¡que carajo! también soy de las que se emocionan aún cuando se sube a un columpio, cuando baila con la coreografía de la infancia y la que sueña despierta mientras ve una película o novela de amor.

La vida siempre va a ser agridulce, esta en cada uno de nosotros la cara con la que la enfrentamos, el poder que vamos adquiriendo con cada golpe o caída, el escudo que ponemos y todas esas veces que nos levantamos con o sin ayuda y lo que hacemos al respecto... 



jueves, 29 de noviembre de 2018

Familia

Que tiempo tan tibio ese que no te hace feliz pero tampoco te limita a escuchar canciones tristes, o a dibujar sobre una ventana empañada un nombre cualquiera, ese en el que definitivamente las personas no ayudan a mantener tu alma calientita, ni tu cuerpo, cuando estas impaciente esperando que las manecillas del reloj por fin marquen lo que quieres ver, como si una parte de ti estuviera fuera de sí, con las personas o el lugar que siempre encuentras como hogar.

Somos parte de una rutina tan desgastante: la alarma, el café, los buenos días, el montón de abrigos que aún no logran mantener la temperatura dentro de ti, el camino diario hacia lo que has construido o no por tanto tiempo, las sonrisas forzadas, los mensajes que si logran la felicidad autentica, el maquillaje o rostro a cara limpia.

Es tan agotador que el transcurrir del día siempre sea esperar al termino del mismo, y entonces te imaginas recostada en tu cama con una taza de chocolate caliente viendo tu serie favorita con tu hermana y contando el pasar del día, que nunca son lo mismo aunque así parezca: pijama, pantuflas, los abrazos que curan y vuelven a la vida, la cena, el espacio que compartes con los tuyos; FELICIDAD.

He experimentado miles de emociones, pero ninguna como el abrazo de una bebe, el beso de una niña con sus ojos llenos de sueños, de alegría, los pasitos que va dando quien apenas empieza a descubrir el mundo, a veces con tropiezos pero siempre levantándose cual guerrera, y ¡Dios mio! ese amor que existe entre hermanas, jamas en el mundo habrá algo que se le pueda comparar: esa magia de cuando la miras y ambas saben lo que esta pasando, las noches llenas de secretos y risas.

Y entonces miro al cielo y agradezco a Dios por tantas y tan hermosas bendiciones que hasta ahora me ha permitido: MI FAMILIA, lo demás pasa a segundo plano siempre...



viernes, 16 de noviembre de 2018

Al final de la jornada

Llevo mucha ropa encima por aquello del frío, tantos recuerdos me han dejado también un poco exhausta y expuesta ante tanto espacio que se creó desde que él ya no, vacilando ante las adversidades encuentro exquisito el poder compartir con los míos algunos minutos de victoria, todo aquello que sin dudarlo me ha vuelto inquebrantable.

Al menos por un tiempo, después vuelvo a ser la misma niña temerosa que se escondía bajo aquel mueble ya viejo, esa que se mantenía calientita dentro de los brazos de su madre y reía a carcajadas con todos los juegos compartidos con mi mejor amiga desde siempre: mi hermana.

Y que bonito ¿no? poder presumir que toda tu vida ha transcurrido acompañada de la mejor que puede existir en el universo: mi más grande apoyo, mi alma gemela y muchísimas cosas más, cuando de repente tropezaba, era ella (y lo sigue siendo) la que me impulsa a seguir adelante.


Desde siempre he sabido no ser del mismo tipo de chicas que esperan que la salve "su príncipe azul" porque la vida se encargo desde muy pequeña de hacerme ver el valor del esfuerzo y del trabajo, tampoco estoy a años luz de la que espera poder encontrar el amor verdadero entre tanto que pasa ahora con el mundo.

Deseando que siempre haya un café al final de la jornada que compartir con alguna amiga o amigo que te haga la vida más bonita, la sonrisa más amplia y el corazón más cálido, o que de entre tantas salidas un día sin más deje de esperar encontrarlo por casualidad, ya con el alma más tranquila.

Todo esfuerzo por conseguirlo es nulo al momento de recordar, se vuelve la piel más fría, los ojos cristalinos, y un nudo en la garganta tan lleno de cosas sin decir, pero vamos ¿que le podrías decir a una persona que se fue cuando más la necesitabas?

Entonces lo único que queda es engañar nuevamente al tonto corazón y al cuerpo ¡NO! no lo necesitamos en nuestras noches cuando en la oscuridad tocas tu piel y te imaginas la suya como tantas veces, ¡NO! tampoco necesitamos esos besos y esa barba tan desaliñada como la forma de sus manos.
Siempre vuelvo a los lugares donde fuimos felices, a veces sin quererlo y otras más inconscientemente...


miércoles, 7 de noviembre de 2018

Viejas emociones

Poder gritar todo lo que en ese momento se desbordaba desde mi interior, y sin embargo, opté por la peor de las cobardías: callar, me miraba como si tratara de entender cada silencio, y yo loca por su sonrisa sentía el rubor impregnado en todo mi rostro.

Fue en la noche, tiempo perfecto para que los amantes suelten uno que otro secreto que traen consigo con el pasar del día, como esperando que ese encuentro fortuito traiga consigo la tranquilidad de todo un día agotador (o toda una vida) dependiendo de que tanto haya transcurrido desde que las mentadas mariposas tocaron por última vez tu estomago, entonces lo recuerdas y lo vuelves a sentir.

Y con la simpleza de quien no lleva maquillaje, el cabello recogido y un sinfín de emociones desbordándose de entre los labios, cual chiquilla que apenas va descubriendo nuevos colores, texturas, siempre con la esperanza de que no se acabe todo esto que sin sospechar te re descubre vacilante.

Esa noche yo no era la misma chica que habría perdido la cabeza por el muchacho más popular que al fin la volteo a ver, porque ahora ya tenía el control de la situación (o al menos eso intentaba creer) cuando en medio del lugar volvía la mirada y seguía él mirándome, sin sospechar si quiera del bien que me hacía con tan solo estar cerca de mi, hablando de tonterías, absurdos que cada uno daba por sentado cuando lo único real ante todo, eran esas ganas de besarnos, de arrancarnos las entrañas con cada caricia que habíamos imaginado.

Ahora ya no se trataba solo de bailar o las sonrisas cómplices que anteriormente veníamos manejando, él me había confesado que desde antes merodeaba alrededor mío.
Decidí huir del lugar antes de que si quiera me pudiera invitar un trago o lo que se fuera dando, con la esperanza de un tal vez...




viernes, 19 de octubre de 2018

Cansancio

Quería gritar y destrozarlo todo a mi paso, esquivar cada uno de los golpes y tropiezos que le ha puesto la vida a mi andar, esconder ya no es de mis cosas favoritas porque si uno esta eufórico no importan ya tantas etiquetas que la sociedad impone ante el respeto, la educación, la mediocridad, ¡al carajo tantos absurdos!.

Después de que uno va por la vida con la esperanza de poder volar, de despertar y que el día te sonría como tantas veces lo has pedido, sin importar que tan cargado este el café, o que tipo de clima sea el que se asoma por la ventana, esas sabanas hechas una mierda por toda la noche en que envolvieron las pesadillas recurrentes o el frío que innegablemente se cuela del espacio que ha dejado la puerta entreabierta, por eso de los fantasmas o la oscuridad.


Y los ecos de la casa ahora se hacen un poco menos fuertes, ha llegado una visita inesperada, que aunque te vuelca el corazón y te calma el vacío, empiezan nuevamente tantos y tantos conflictos, preocupaciones, angustias del sentirse inútil ante las adversidades, como si de nada sirvieran todos estos años librando esta batalla llamada vida que siempre te golpea con mayor fuerza, entonces esos escudos que has puesto no sirven de mucho a la hora de pelear, y se te viene como avalancha un sinfín de obstáculos.

Ahora ya no basta con acostarse cada noche con al esperanza de que los sueños logren mitigar la angustia y el dolor que llevas dentro, no puedes mentirle a la del espejo porque es la única que te conoce a la perfección, ¡y que cortos se quedan los dolores físicos a comparación de toda esta revolución que ha llegado!.

Las cosas cotidianas se han hecho tan pesadas, el tener que manejar una careta ante la sociedad, ¡y que va! a ellos les importa un carajo todo eso que te esta ocurriendo, y es normal porque allá afuera cada quien es dueño de su propio silencio, esclavo de sus batallas y sufrimientos.


Curiosamente me he cansado de tantos errores en mi vida, desearía por una vez poder ganar, quedarme sentada y decir que valió la pena tanto esfuerzo, que esa recompensa de la que todo el mundo habla ya ha llegado por fin para instalarse, quedan tantos años por delante y tristemente ya se me han agotado mis ganas de seguir, ojalá la vida también tuviera una caja sorpresa que te anunciara para donde dar vuelta o cortar camino...




jueves, 18 de octubre de 2018

Sobrevivir

Siempre he creído imprescindible para mi, tener un rinconcito en el cual poder plasmar todo aquello que me ha creado un poco de todo dentro, tanto de buena o mala manera, pues es gracias a ello que voy caminando por la vida con la cara muy en alto por haber vencido mis propios demonios, escalando montañas de inseguridades y miedos que con el paso del tiempo se vuelven más llevaderas. 

Ese en el que indiscutiblemente vengo a quitarme la careta que muchas veces he colocado para evitar las típicas preguntas o el incomodo silencio cuando es innegable el corazón roto que sin ser tu culpa, se ha refugiado bajo estas letras que no paran de sangrar, porque a pesar de tanto daño, el corazón me pide a gritos convertir ese sufrimiento en poesía, melancolía que se me desprende de entre los dedos y solo quiere que alguien más lo entienda, que lo lea.

Como esperando que no se encuentre sola en este mundo lleno de rotos, inseguros, grises, y acallados bajo esa canción que escuchan con los audífonos puestos y la mente viajando hacía lo que fue, lo que quisieran ser y un sinfín más de historias inconclusas, barcos a la mitad de la nada, libros en blanco, esas primeras veces que nunca se atrevieron a ser, ¡vaya! ¿como explicarle al tonto corazón que no puede ir por la vida queriendo tan arrebatadamente?. 

Cuando lo único que ha aprendido es a entregar lo mucho o poco que tiene cuando la otra persona sabe ganarlo, él no sabe la diferencia entre las mascaras que se colocan ciertas personas y los que de verdad saben hacerlo, porque uno no nace lleno de dudas y tropiezos, la vida misma y las personas se van encargando de colocarte en donde hasta ahora parece ser tu camino.

Y vas por la vida coincidiendo con corazones más frágiles que el tuyo, almas que se han vuelto solitarias sin querer, esquinas que fueron testigos de los más cálidos besos para aquellos días de frío y lluvia, y todo lo humanamente posible cuando de emociones se trata, aunque ahora ya no quemen esos cuerpos que antes con solo verse lo hacían, y esa distancia se vuelve tan normal.

Saboreas cosas nuevas con la esperanza de borrar aquellos labios que eran tus favoritos, vas descubriendo formas totalmente únicas y te quedas con lo poco o mucho que pudiste aprender de lo pasado, aunque en tu interior sepas que ese sentimiento no se crea ni se destruye, solo se transforma en recuerdos, por muchos libros que empieces, por todas las películas que mienten acerca del amor, porque lo ilustran como lo mejor que puede haber, ya va siendo hora de tener muy en cuenta que ni con el pasar de los años lo vas a poder olvidar...








viernes, 28 de septiembre de 2018

Otros tiempos

Debimos habernos conocido en otro siglo; cuando las muchachas salían a caminar en las tardes como esperando a su príncipe azul, cuando los hombres cortejaban a su amada llevándole rosas o tal vez invitándole al cine aunque esto significara que un chaperón tuviera que acompañarles.

Cuando un simple roce de sus manos hubiera significado una total y absoluta falta de respeto, y los vestidos con olanes eran parte del encanto que embriagaba a las mujeres, y los perfumes venían en envases totalmente distintos a los de hoy en día, y había toque de queda para cualquier permiso que implicara salir de noche.

Definitivamente hubiera amado poder perderme entre sus ojos cuando en medio de un discurso barato me hiciera saber lo bonita que estaba bajo la luz de aquel farol ya viejo, o que nuestra forma de comunicarnos fuera por medio de cartas que se entregaban a escondidas por miedo a que nuestros padres lo tomaran como una ofensa para con sus reglas.

Y bailar al compás de esa vieja música que hacía que la noche transcurriera lo más lento posible, y antes de dormir hablar con la almohada y contarle lo mucho que me gustaría besarle, ¿a qué sabrán esos labios con los que me habría hecho sentir la mujer más bonita sobre la faz de la tierra? ¿encajaran sus manos con las mías o es que acaso hay un espacio entre lo que tengo y lo que necesito para completar mi dicha?

Las rosas de la primera cita y los nervios de no saber que decir, como actuar, si mi cabello se ve mejor de un lado que de otro, supongo que simplemente hubiera preferido que el destino si me dejara por una vez ser feliz, que ese hombre que vislumbro a lo lejos como un ser tan único, testarudo, de mirada sexy y al mismo tiempo tierno, pudiera por una bendita vez haber sido mi "para siempre"...



sábado, 15 de septiembre de 2018

La noche

He andado taciturna bajo el umbral de la noche, aquella en que las almas se vuelven un poco más frágiles, grises y llenas de miles de recuerdos, mis pasos van dibujando un sinfín de formas extrañas que aun no logro descifrar, pero sigo andando con el propósito de volver a sentir la brisa que se cuela por mi ventana como anunciando la peor de las tempestades, he aprendido a convivir con el pasado invitándole una taza de café o una copa de tequila en el peor de los casos, divagando entre lo que he sido, y lo que me voy convirtiendo con el pesar de los daños, menos ingenua, torpe, con un montón de cicatrices, muchas historias del mismo corazón roto que se ha ido remendando innumerables veces, a cuenta gotas.

Mi cama se siente más fría de lo normal como queriendo que alguien más ocupe un vacío que se ha vuelto más visible en los últimos meses y por más que me llene de cobijas, o me cambie de posición, o lugar, es una ausencia la que me despierta a las mismas 4 de la mañana como recordatorio de que sigo sin un pedazo de mi alma, el insomnio por el que nunca tuve que preocuparme ahora me visita cada noche antes de dormir y se burla de mi silueta que no deja de danzar en torno a los recuerdos, a mis carencias y a todo lo que lo ha provocado.

Jamás volví a ver a alguien tan perfectamente loco, desordenado, con el humor hasta el cielo hacerme sonreír, acomodar cada una de las piezas que creí haber perdido tiempo atrás, y después dejar todo un caos ahora distinto pero con olor a viejo, estrujar el corazón tan fuerte como cuando lo tenía, y al momento de marcharse quedar peor, ya con su huella impregnada dentro.

Las calles de mi ciudad aún me gritan su nombre y aunque sigo sin verle ni por error, tengo grabado su  rostro, sus ojos, su barba, esos hoyuelos que se formaban al compás de su sonrisa, y los lugares que frecuentábamos indudablemente llevan un poco de él y otro más de mí siendo feliz a su lado.

Ahora ya no puedo pronunciar su nombre sin que mi pecho sienta una patada por dentro, sin que los latidos de mi corazón marquen el adjetivo con el que solíamos nombrarnos, ya no vivo esperando encontrármelo como por casualidad o en el peor de los casos para que termine de una vez por todas de sanar la herida.

Ya no escribo con la esperanza de que mis letras logren tocar su alma, o la de alguien más; lo hago porque siento que es la mejor manera de sobrellevar lo que todavía considero mi duelo.






sábado, 8 de septiembre de 2018

Daño colateral

Ahora mismo estas perras agruras que traigo me recuerdan que siempre que amo algo termina haciéndome sufrir, arrepintiéndome del haberlo hecho pero ¿qué es la vida si uno no hace lo que ama? ya sin importar el que te correspondan de la misma forma, porque ahora las personas son más efímeras que un suspiro y sus sentimientos se desvanecen al compás de sus conveniencias.

Entonces ahora que más da si me fumo uno o dos cigarros mientras recuerdo todos los momentos donde mi sonrisa me delataba y yo era la niña más feliz del mundo al tenerlo conmigo, que importa que mientras me bebo una copa de whisky encuentre su rostro dibujado en las gotas que caen del vaso, y mientras escucho la música a lo lejos, recuerdo lo bien que nos veíamos bailando al unisono, como si nuestras almas hubieran estado destinadas a encontrarse.

Vuelvo de entre los muertos y mi mente me traiciona recordándome que ya no soy yo la que le arropa cuando el frío densa y solo existían nuestros cuerpos para cobijarnos, indiscutiblemente su felicidad no era a mi lado, pero es tan difícil explicárselo a este terco corazón que aun (absurdo) piensa que volverá ya sin tanto embrollo, sin tantos peros, y todas esas tonterías que nos hacían discutir una y otra vez.

Y resulta tonto pero creo que mi cuerpo ha reaccionado a tanto agujero que dejó dentro de mi corazón, he tenido días malos y por más que intento que mi sonrisa se torne real, que mi mente ya no divague a la hora de ponerle rostro a mi felicidad, hay un sinfín de efectos colaterales que cedió al momento de marcharse, y por más que he intentado suturar cada herida, siempre hay algo que no me deja, y entonces termino por no tocar más esa parte de mi vida que aun a lo lejos duele.

Nuevamente me levanto dispuesta a todo y resulta de una manera distinta el olor a café nuevo, a césped recién podado, mis manos ahora han tocado el cielo y por fin empiezo a creer que por más vueltas que de la vida, siempre habrá personas, lugares nuevos, esperando por una nueva oportunidad.

La vida es eso que pasa mientras tu te quedas esperando que lo haga, me repito mil veces, al mismo tiempo que me quedo convencida que aunque volviera, ya no sería el mismo del que me enamore, es lo más cercano a un curita que me he puesto dentro.

Las marcas internas también son señal de todas las batallas que hemos podido superar a lo largo de nuestros días, y ¡que alivio!, lo importante es nunca salir igual que como te dejaron, pues ahí radica la importancia de nuestras lecciones.



viernes, 17 de agosto de 2018

Contrastes de la vida

Dudosa ante las siguientes letras
me hallé escarbando todos esos recuerdos que alguna vez formaron una sonrisa 
de media luna, y con las mismas ganas encendí el primer cigarrillo, 
sintiendo un nudo en la garganta donde antes me inundaban de todos los sabores aquellos besos, ya no eran tus brazos los que me cobijaban en medio de la tempestad, la noche se apiado de mi alma y me soltó un poco de su brillo como dándome a entender que nunca volverás.

¡Y que alivio! porque descubrí otra faceta tuya que resultó tan lejana y desconocida, merodeé por los rincones de los lugares donde fuimos felices y nunca más se sintieron tan completos, tan llenos de vida y magia, después de tantos meses ya no me he topado con tu existencia, más que todas las veces en que mis letras me han hecho una mala jugada y vuelvo a escribir del tiempo en que fui feliz y claro esta que termino hablando de la forma de tus manos, los hoyuelos que se te forman en ambos lados de las mejillas, de como amaba cuando con tu barba me hacías cosquillas en el alma.

Que absurdo se siente seguir hablándole al hombre con el que indudablemente gané tantas alegrías y al mismo tiempo el que aun con el pasar del tiempo, de los daños, 
me ha dejado tantas amarguras, tristezas, llantos, corajes.

Como quien va por la vida con viejas amistades, con esa manía de morderse las uñas cuando esta nerviosa, de agachar la mirada y hacer de cuenta que el mundo no se detiene ante su presencia, que no solo basta con verle sonreír para curar un poco las penas, que con el paso de los años se va volviendo cada ves más interesante, que puede que ahora ya no sea la misma talla que hace algún tiempo, y sin embargo, queda perfecta bajo el umbral de aquél farol que sigue en el lugar exacto como contemplando su caminar.

Existen mil y un formas de amar la vida: como la ves en que me quedé mirando esos ojitos de mi pequeña princesa, y esa paz que siento al abrazar a mi mayor alegría, las charlas que tengo siempre con mi hermana que terminan en risas hasta los huesos, y que decir cuando mi mamá sin saberlo, con su sola presencia me ha remendado el corazón más de una vez.

Todos mis escritos tienen algo en común: van llenos de muchas vivencias y lo que mi corazón me grita en esos momentos...





jueves, 2 de agosto de 2018

El frío

Yo quiero que el día esté nublado para ver las nubes danzar y a los amantes esconderse,
quiero cobijarme con el manto de mi ropa, sentir el calor que inunde mi alma,

ponerlo de pretexto para poder tomar de su mano, y porque no, un café juntos,
escuchar en las noticias que es la ocasión perfecta para quedarse en casa dentro de la cama 
envueltos uno encima de otro, con nuestras pijamas y la tv encendida, 
escuchando el murmullo de nuestros corazones, desvistiendo nuestras ansias al unisono
como quien ha encontrado de pronto nuevas ganas de sonreír, buenas oportunidades de conseguirlo.


El frío es perfecto para ver la vida correr y nuestros sentimientos desbordarse,
para tomar una bebida caliente y sentirte un poquito más cálido, para dejar volar nuestra imaginación y conseguir que nos tomen de la cintura y dibujen miles de formas particulares en torno a nosotros, que los colores grises combinen tan bien 
con nuestro estado de animo y ¿porque no? hasta permitirnos hacer un millón de mezclas en las que la vida nos resulte tan en calma.

Vacilando con la inquietud de la tarde y la tranquilidad de la noche, fumando un cigarrillo para calmar la ansiedad, el estrés y la monotonía, para recordar el porque la vida sigue siendo tan bonita  y sin embargo ahí estamos día a día tratando de complicarla tanto, de lamentarnos porque hoy no sentimos que nos regalara algo bueno, y sin embargo nuestros amigos esos que nunca nos dejan, hacen de todo por sacar una sonrisa, por inundarnos el corazón.

Estoy tan convencida de que el frío es el mejor clima que puede haber, por aquello de resguardarnos en nuestro lugar favorito, de tomarlo como pretexto para cocinar un postre y consentir a nuestro yo interior, para quemar recuerdos dentro de una chimenea y al mismo tiempo sentir el calor que emana, para no dormir temprano por contar cuentos y repartir besos, caricias, orgasmos y uno que otro suspiro.

Definitivamente lo más parecido a la felicidad es ver la lluvia caer mientras te arrullas y vas cerrando los ojos de a poco, abrazada de esa persona que merece tus noches y tus insomnios, y que cuentes galaxias enteras entre su espalda y el final de sus pies, quien te sepa leer de memoria y haga que tu también te reconozcas entre las sombras, y al amanecer, frente al espejo y entre la comisura de su sonrisa, en el aroma de su cuerpo y en el vaivén de sus pasos.

Ahora ya han pasado más de cien inviernos y tu corazón sigue intacto, tus pensamientos tocan fondo y los recuerdos dejan de doler al menos mientras escuchas tu canción favorita y bailas al compás de las notas, te descubres rosa y roja, amarilla y todos los colores posibles, pero ya no gris, esa tonalidad ha dejado de complementarte...




lunes, 30 de julio de 2018

Nuevos Horizontes

Que distante se ve el miedo cuando lo que te hacía tenerlo se va desvaneciendo
cuando en el medio de una canción ya no idealizas el rostro de alguien que se ha vuelto desconocido, en cambio te da pavor el nuevo sentimiento que crees ha tocado a tu puerta y te hace cosquillas.

Volteas la mirada y no recuerdas el color de esos ojos que antes tenías tan trazados en el alma y tampoco acostumbras pensar en la otra persona porque ya hay alguien más que te quita tu tiempo o te lo llena con sus tonterías, con el día a día.

No importa ahora los rasguños anteriores (tampoco es que ya se hayan ido), solo que encontraron un nuevo lugar para anidar, tampoco te mortifica que tan mala pudiste ser o cuantos errores cometiste para que hubiera ese espacio vacío entre "nuestra constelación y solo mía", has dejado de despertar a las 3 de la mañana por cualquier tontería, ese sentimiento tan parecido a la paz es algo que por mucho le gana a cualquier mariposas en el estomago.

Sonríes y logras ver que efectivamente esa media luna es mucho más hermosa que cualquier rostro apagado, melancólico, porque los sentimientos siempre encuentran una forma bruta de hacerse notar por fuera, ya no por las canciones que escuchas ni las veces que "nada" es la respuesta obligatoria para el frecuente ¿qué tienes?.

Es justo en tiempos como este que mi vida estaría más vuelta mierda que en ningún otro, solo Dios sabe cuanto lo quise y todo lo que habría hecho para que se quedara a mi lado, y ahora, después de algún tiempo he reconocido en alguien más, otra manera distinta de sentirme bien, de ir conociendo tantos aspectos ya olvidados dentro de mi.

Que no todo en la vida hiere, las personas que estamos hechas de tantas grietas, tantos tropiezos, ya no vamos por la vida con la intención de destruir porque sabemos como duele, y sin embargo, tampoco puedes ir por la vida sin el escudo en alto porque no todas las personas tienen aunque sea un toque de bondad.

Vuelves a escribir, pero ahora has dejado de lado la melancolía (o tal vez halló una nueva morada lejos de tu piel) y por las noches ya no hay café que te quite el sueño, ni almohada que logre entorpecerlo, esta vez te vas a dormir con un suspiro entre tu alma y tu boca, entre el pasado y lo que esta por venir...




lunes, 23 de julio de 2018

Sentimientos encontrados

¿Qué tan a menudo cuentas las pestañas que se te han caído con el paso de los daños?
¿Cuantas veces por la mañana has deseado más un beso de desayuno que el propio café?
¿Es tan difícil esa sensación que se reduce a las veces que has deseado unos abrazos que no te suelten más?

He caminado sobre el abismo infinidad de veces y siempre me atisba su recuerdo, aquel que por mucho solía volverme loca, gritar unos te quiero tan llenos de lujuria, tan impregnados de sus besos y los versos que con el paso del tiempo he vuelto a escribir, aquellas tardes en que el reloj transcurría entre las horas lejos de él y lo que faltaba para volver a verlo, entonces ya no hay palabras que puedan identificarme, ni ojos que logren descifrar el ataque que siento cuando al final de la calle no le encuentro esperando por mi, o al mirar con el rabillo del ojo, he perdido su rostro y se que por más noches que sueñe, ya no volverá.

Disturbios y un sin número de remolinos han quedado desde su partida y ahora, sentada frente al umbral de lo desconocido me he preguntado en cuantas noches logró olvidarme, en cuantos besos se le borro el sabor de los míos, ahora lo que más he sentido a flor de piel es la agonía de no encontrar más nadie con el cual compaginar tan bien, con quien exista esa química que inevitablemente brotó desde el momento en que lo vi por vez primera.

Y su barba, ¡DEMONIOS! siempre amé cada detalle de su rostro, pero era eso lo que me volvía loca, sentía al fin haber encontrado todo aquello que nunca busqué pero siempre soñé, tardamos tantos años en poder arriesgarnos, y lo absurdo de esa separación lo sigo sintiendo tan poco común.

Ahora por ejemplo he notado un par de arrugas más por el peso de los rasguños que llevo a cuestas, en mi rostro ahora se han hecho notar las trasnochadas por su recuerdo y vuelvo aquí a escribir porque es lo único coherente que he logrado hacer desde su ausencia, ese chico que ahora se ha tornado de un tanto desconocido, lejano, efímero me resulta difícil de reconocer aunque su rostro se parezca tanto a aquel que muchas veces me robo besos, caricias, suspiros, abrazos y tantos otros que ya no logro nombrar.

Y yo aquí, siendo la misma torpe que busca su sonrisa en plena calle, la misma que una tarde de domingo esperaba encontrar el amor, y volvía por las noches fatigada de tanto andar por la vida pero feliz por saberse de él...




sábado, 21 de julio de 2018

Hoy soy solo yo

Últimamente he estado descuidando cosas tan importantes para mi por el simple hecho de poder "encajar" con aquellas personas que antes me era tan fácil hacerlo, me detengo y pienso en que momento mi vida se volvió de una forma tan increíblemente difícil, de que ahora las resacas pesan más por ser morales, ya no basta con salir de la rutina, de intentar "divertirme" porque me he tornado de una manera irreconocible, tambaleo al volver mi cabeza y resolver la más cruel de las verdades, ya no puedo reconocerme y eso duele más que cualquier corazón roto.

A tal grado de no poder pasar tiempo a solas por el pesar de la mente, la certeza de que mi subconsciente me traicione y vuelva a tener pesadillas recurrentes, a despertar a las mismas 3 de la madrugada todos los días ya sea por un dolor de cabeza, de estomago o del corazón.

Me resulta tan agobiante mantener esta careta ante todo el mundo y salir a la calle con el montón de dudas a cuestas, tantos remordimientos y falta de confianza que poco a poco van cobrando factura entre lo que fui y en lo que me he convertido.

Bastaría con echar un vistazo a mi pasado para destrozarme, innumerables veces lo he hecho y es por eso que puedo asegurarlo, no es suficiente ser buena hija, hermana, tía, porque muy en el fondo hay una parte de ti que se ha cansado de tantos errores, unos más fatales que otros pero no dejan de serlo, y es una parte de ti que pide a gritos poner punto final a todo, renunciar a la vida que hasta hoy has llevado y correr tan lejos como puedas, que el viento haga lo suyo y te ayude a superar cada dolor y frustración acumulados dentro de tu cuerpo y tu mente.

Que desgastante resulta el ir y venir, cuando de tu bienestar se trata, que incomodo el momento cuando alguien te pregunta ¿como estas? sin poder describir el arsenal de sentimientos encontrados, hoy ya no se trata del chico que se fue porque no encontró motivos suficientes para hacer lo contrario, tampoco del padre que nunca en mi vida he conocido, ni de los múltiples problemas que he tenido con mi madre, hoy quiero dar un respiro y ser mejor de lo que pude haber sido hace años, meses o días.

Tengo muchas lagrimas acumuladas porque nunca fue el momento de soltarlas, tantos te odio frente al espejo que se quedaron en medio del camino, mi vida debería girar en torno a lo que me hace feliz y lo que estoy dispuesta a hacer para lograrlo, hoy en día quiero caminar sin miedo a una interrogante, o a un reclamo de mi interior, porque la felicidad a medias ya no debería formar parte de mi...





martes, 26 de junio de 2018

Danzar bajo la lluvia

Me desconozco al verme danzando sobre un pedazo de papel,
escupiendo versos como lo más normal del mundo
después de una catástrofe que sigue en reconstrucción
una aprende la gran diferencia entre estar bien y luchar para lograrlo
te vas quedando a manos llenas de escombros y buscas seguir
y te mantienes a flote porque es la única manera de sobrevivir.

Valiéndote de los más tontos pretextos para sonreír aunque sepa distinto
porque ahora eres tú la que se esta volviendo a armar
la que por más difícil que sea no te va a soltar del camino
y seguirá aun con el paso del tiempo y las personas
porque ya estuvo bueno de la auto compasión, te miras al espejo,
estudias cada una de tus muecas y las abrazas con mayor fuerza.

¿Y qué si el día de mañana puede volver a llover? cuando has aprendido
a bailar bajo la lluvia, a caminar sin prisa, a disfrutar los sinsabores de la vida,
salir con tus amigos y no esperar ver a nadie ni tropezar con su recuerdo y,
borracha a las 3 de la mañana hablarle y querer estar con él, todo va siendo parte
de tu crecimiento y, muy en el fondo agradeces que te hayan roto el corazón
porque también de eso se vive cuando no tienes tema de conversación,
cuando no hay motivo para estar tomando en un bar con tus amigas.

Bailas al compás de la música que va marcando tu paso por la vida
y esperas que algún día alguien diga: "esa canción hacía que ella se volviera loca"
porque son detalles que marcan una diferencia entre quienes te amaron,
esas cosas son por las que realmente vale la pena estar aquí
el poder saber que tu paso por aquí no fue en vano, que pudiste marcar
una diferencia en el antes y el después de una vida de alguien.

Creas y crees lo que tu quieres, totalmente de acuerdo
y cuando una decide seguir con su vida, todo se torna tan increíble,
deseas cosas buenas para todo el que te rodea y te ríes de las envidias
y malas vibras que las personas tóxicas acostumbran,
lo mejor que puedes hacer es estar con los tuyos, y que el mundo ruede...








sábado, 16 de junio de 2018

Recuerdo

Escribo para no morir en el intento de olvidarte, aún no concibo la idea de estar lejos de ti, estas ganas irremediables de saciar mi sed de tus besos, la increíble e incalculable forma de añorar tantos momentos que juntos compartimos, esa tempestad que era nuestra forma de amar, cada uno de los vacilantes y escurridizos espacios en que tu recuerdo no me golpea el pecho son ahora tan pequeños, este coraje de pensar que sonríes ahora pero ya no soy yo el motivo, de saber que tal ves nunca lo fui del todo, estar encerrada en ti y tu tan feliz con alguien más.

Soltar resulta a veces tan agotador cuando no se puede hacer del todo, y son tantas las veces que lo intentas, pero esta vez no se trata de la canción que queda perfecto con el trago tan amargo por el que estas pasando, ni de cuantas botellas de tequila te tomes, pues eso solo empeora las cosas, te dan unas terribles ganas de que venga nuevamente a desordenar tu mundo, porque necesitas de ese caos para ser completamente feliz, estrujas el corazón como pretendiendo que así vas a poder sanar, y sin embargo ahora estoy aquí nuevamente hablando de él, cuando opuesto a cualquier pronostico él decidió continuar como si nunca.

Y que se hace cuando estas a expensas de no poder deshacerte del arma homicida porque no esta en tu poder, entonces esperas a que la otra persona la suelte, que su recuerdo por fin dejé de doler y tu aprendas a sobrellevarlo, a que sea menos pesado y aunque se quedé ahí, solo ocupe un lugar muy pequeño dentro de tu corazón, porque se sabe que cuando alguien te ha calado tan profundo, por más libros que leas, por más veces que salgas, o personas que conozcas, siempre va a estar presente, y entonces vuelves a los lugares que frecuentaban para poder ser feliz.

Se ilumina un instante tu vida cuando recuerdas todo lo bueno que tuvieron y te quedas solo con eso porque ya no se puede de otra manera, basta de tantos llantos reprimidos, y de todas las canciones tristes que has podido oír, sigue dentro pero vas aprendiendo a convivir con todo eso, las letras ahora cobran otro sentido y ya no esperas verlo por accidente porque ya tuviste demasiado de él.  




lunes, 11 de junio de 2018

Desapego

Días de caos y re acomodo, de vaivén tan a destiempo que la vida se te desborda,
después como por arte de magia vuelven a cobrar sentido las palabras de un ser amado,

de aquella persona que en su momento no entendías porque había llegado a tu vida
y pasa que ya no quieres más recuerdos que vengan a ponerte tibia

porque de alguna forma encontraste la manera de mantener caliente tu alma 
a pesar de tantas vueltas.

Despiertas a las 7 de la mañana ya con la sonrisa cocida 
y el corazón va sanando con el paso del tiempo,
sucede que así como las hojas de los arboles caen a su debido tiempo, 
las heridas dejan de doler, tu vida sigue su camino, las personas vuelven a hacerte sonreír.

El sol en su máximo resplandor ahora ya te toca 
y sientes como sus rayos se impregnan en tu piel
aplacando tanto frío que en su momento se había quedado a habitar el alma,
se desvanece el deseo de estar sola y ahora cada canción vuelve a hacerte bailar,
gritar, estrujar toda el alma.


Ya no pesa el marcar de las horas, los días grises van esfumándose 
dando paso a nuevos colores, esas calles que antes estaban tan llenas de un pasado, 
ahora cobran nuevo sentido, respiras  y agradeces tanto el hecho de poder seguir de pie 
a pesar de tanto vivido, bueno o malo, eso te ha traído hasta donde estas; 
y ¡QUE BENDICIÓN QUE ASÍ SEA!.

Lejos de ser una carta de superación personal, quiero pensar que es la prueba
del camino recorrido, lo mucho que he crecido, el espacio tan grande
entre una y otra etapa, 
vale la pena luchar por lo que vale la pena tener,
en este caso felicidad.


Porque también los rasguños forman parte de una coraza inquebrantable, los tropiezos
incluso llevan siempre un porque y no lo entiendes hasta que terminas de caminar,

volteas con la esperanza de que todo lo que ayer dolió, 
hoy solo sirva para hacerte crecer, siempre he creído que es de cobardes 
abandonar aun sabiendo que todavía se puede mucho más.

Heme aquí con el caparazón puesto y aun así esquivando cada bala, como pretendiendo
que así la vida es color rosa, esperando a que vengan a rescatarme, 
pero sabiendo que la única capaz de hacerlo soy yo, 
nada de promesas incumplidas, ni personas tibias,
me he declarado libre de toxinas, sin importar el quien o que...



martes, 5 de junio de 2018

Letras

Y que, mientras pasa todo este desastre he sido más caótica
entre una y otra despedida tengo mi coraza inquebrantable
(me repito a mi misma) y no logro convencerme, resulta tan agotadora esta vida,

tan llena de cotidianidad, vacía para quien se quedó sin esas ganas de reír,
merodeando lo que le queda, que no es mucho ni poco.

Estando tan cerca de tantas enseñanzas, unas más duras que otras,
pero siempre intentándolo, como quien ha comenzado a andar un camino tan distinto,
oscuro, lleno de baches, solitario muchas veces, con el alma todavía ahogada de él.

Nunca fui tan cobarde como para callarme mis angustias, mis vacíos, tristezas, enojo,
rabia; hasta hoy, porque en el fondo tengo la certeza de merecer de alguna manera todo esto,
suplicante por que el tiempo pasé y no sea más que un trago amargo,
ahora ya no necesito que vengas a rescatarme, pues el causante de todo has sido tú,
pero en todo este tiempo que he pasado con el fantasma de tu amor, con tu recuerdo
pegado a mi garganta, voy sanando de a poco y siento un gran alivio cada que vienes a visitar
mi mente, porque descubrí que eso me ayuda a sobrellevar tu vacío.


Mis letras ahora ya no buscan tu regreso, viven porque es la única forma que encuentro
de descargar tanto dolor, tristeza, vacío, angustia, indiferencia, y de volver inmortal tu recuerdo, soltar lo que alguna vez llevé tan dentro de mí, buscar sanar cada grieta.

Entonces pasa la risa de un bebe, el aullar de la noche, cada pedacito de la vida vuelve a tomar forma, a recordar que también pasan muchas cosas afuera de mi cabeza y de mi corazón, tampoco es que uno muera de amor, pero a esta edad las cosas se viven a flor de piel, después entenderemos que no era tan malo después de todo.

Que no somos los únicos que han tenido el corazón vuelto mierda 
y se levantan a las 7 de la mañana a darle frente a la vida, 
lavarse el rostro y mantenerlo intacto, libre de lágrimas, de sufrimiento,
ya habrá tiempo por la noche de poder desahogarnos, tomar una taza de café 
y volver a nuestro insomnio... 




martes, 29 de mayo de 2018

Verdugo

Hoy quise empezar mi escrito con el mejor de los discursos acerca de lo mucho que me dueles, de la lentitud con la que pasa el tiempo, de los sabores amargos que he tenido que tragar desde que tu te fuiste, hay un sin numero de cosas que desearía haberte dicho en su momento y me fue tan difícil hacerlo, tal vez porque no era el momento, tal vez por mi cobardía, o nunca haber encontrado la manera más coherente de hacerlo, los problemas han ido en aumento y mi vida se ha vuelto un caos total.

Esa que veo frente al espejo no se parece en lo absoluto a la chica de anoche que pensó que al amanecer las cosas podían cobrar sentido una vez más, las cargas volverse más livianas, las sonrisas más duraderas, el alivio que se necesita; no hablo de alguien en especial, se trata de un todo en general que te hace sentir en calma: los amigos, la familia, tu mascota, los vecinos, en fin, ahora que me contemplo en ese viejo espejo, ya no logro definirme, reconocerme, y me aterra la idea de no saber lo que eso significa.

Pero la vida tampoco se detiene porque tengas el corazón roto, ni porque tu cuerpo ahora ya no responda de la misma manera como la hacía cuando una rodilla raspada sanaba en uno o dos días, basta con un par de pastillas solo para mitigar un poco el dolor, sin embargo, reaparece de vez en cuando, ya no alcanza con tu recuerdo para reconfortar mi alma, porque a pesar de la poca o mucha historia que logramos formar, a ti no te alcanzó, fue tan poco el amor que un día murió, y ahora te has vuelto a sonreír con la mayor facilidad como quien nunca tuvo un alma apagada, eso que tuvimos te resultó tan efímero, que me es aún difícil de soportar.

Y yo como una tonta prefiero quedarme con las cosas buenas y todas las sonrisas que tuvimos, nuestras noches en que el tiempo parecía un loco y nuestras miradas bailaban al unisono, ¿será acaso esta la señal de que he madurado?.
Uno no va por la vida olvidando a diestra y siniestra y peor aún: cuando de nuestro verdugo se trata, y habla mejor quien ha perdonado a aquel que en su corazón tiene la sombra del pasado amargándole la existencia...




viernes, 25 de mayo de 2018

Mente, alma y corazón

He encontrado maneras de entretenerme de a poco, este dolor va y viene como tu recuerdo: a veces se queda por más tiempo del que yo quisiera, y hago hasta lo imposible porque desaparezca, pero tal parece que al muy canijo le gusta estarme torturando, hay momentos en que me convenzo de que solo es una mala racha y que todos estos problemas que traigo encima el día de mañana van a parecer algo pasajero del cual pude levantarme y seguir como muchas tantas cosas que me han pasado.

Hoy por ejemplo desde que desperté intuí que no iba a ser mi día, como ya muchos de los que llevo transcurridos, miro a lo lejos y ya no logro percibir tu sonrisa de media luna, ni tu silueta entre la muchedumbre, y mucho menos he confundido a alguien con barba contigo, pues me queda muy claro que no hay quien se asemeje a ti, a esa forma tan única que tenías de hacerme reír, ni a tus manos tan perfectamente diseñadas para encajar con las mías, ni a la textura de tus labios, porque lejos de poder olvidarte me he dado cuenta que tu recuerdo me tortura silenciosamente.

Por la tarde tuve unas inmensas ganas de llamarte solo por escuchar tu voz pero ¿que pretexto podría haber puesto si tiene meses que nos hemos despedido y nunca más vuelto a hablar? ¿como enviar un texto con un tedioso "hola"?.

Nunca he sido una chica convencional a la que puedes llegar a amar desde la primera cita o el primer roce de miradas, lo mío es de a poco porque me cuesta mucho entrar en confianza, vacilo al entablar una conversación y si el chico en verdad me gusta no puedo mirarlo a los ojos, tengo muchas cualidades pero de la misma forma mis defectos van más allá de lo que se puede ver; entiendo que puedo llegar a ser muy insegura y sin embargo me gusta imaginar como sería mi vida de otra forma.

Es como si pequeñas partes de mi ser quisieran gritar de coraje y estrujarme el alma, y la otra parte conservar la calma, la cordura (aunque nunca he pensado que esa palabra se lleve muy bien conmigo), es por ello que mis finales o duelos siempre van de un extremo a otro, no creo en los puntos intermedios, es o no, finalmente me decido por callar, le hace bien a mi corazón y aunque es un tanto doloroso ya me he acostumbrado a este hastío de vida que llevo desde que él ya no esta, porque aquí los días transcurren siempre de la misma forma, el reloj no miente: no es lo mismo 60 minutos con él a una hora sin él.

He pensado en ponerle nombre a cada hueco que hay en mi corazón y siempre me viene tu nombre a la mente, ahora ya he estado de todas las maneras posibles lejos de ti, y aunque mi mente me diga que es lo mejor, mi alma y mi cuerpo te reclaman, te piden a gritos desesperados, y contra eso no hay nada que por el momento haya logrado hacer...





miércoles, 23 de mayo de 2018

Pain

Hoy quiero hablar del dolor que producen miles de cosas:
el físico que sin importar cuantas pastillas te tomes, a cuantos remedios recurras, siempre regresa como avisando que aun sigues viva, manifestándose de varias maneras, sin embargo, cierras la boca y eliges sufrirlo en silencio; tal vez porque muy en el fondo sabes que es un poquito lo que necesitas o lo que tu sola has cosechado después de tantos errores, de tantas caídas, tropiezos, ir y venir.

Llegan como una puñalada en las entrañas y de repente ya no tienes más palabras de aliento, porque sabes que el silencio también es una respuesta válida, tomas todas las fuerzas que aun guardas debajo de la almohada y ahora te levantas con la mejor de las sonrisas que puedes fingir, le das la cara a la vida y te permites un nuevo día.

Por otro lado, el dolor en el alma aunque distinto, también tiene su lado cruel, vas por la vida intentando convencerte de que todo va bien, pero volteas y hay algo, por simple que sea, que te recuerda a él: la vieja canción que los volvía locos o que bailaban hasta cansarse, el olor de su perfume, sus manos en tu cintura, en tu rostro, quitando tu cabello para poder besarte.

¡Demonios! ahí vas de nuevo a recordarlo, y no digo que haya algo mal en eso, es solo que siempre intento seguir y hacer de cuenta que voy por buen camino, y yo solita me doy cuenta de cuantas mentiras me he dicho para hacerme sentir bien.

Debería entender que ahora soy solo yo la que me puede abrazar en la noche y reconfortarme después de una larga jornada de trabajo, la que sin importar cuan difícil sea, siempre va a estar al pie del cañón, al fin de cuentas el amor propio de eso se trata, aunque vamos poco a poco aprendiendo.

Después de todo una no tiene fecha para poder sentir el triunfo de haber superado un duelo como tal, los corazones sanan de distintas formas y yo no tengo tampoco intenciones de apresurar las cosas, a eso se refieren las personas cuando dicen que todo a su tiempo.

Y basta con volver a sentirte una mujer fuerte, bonita, capaz de salir adelante a pesar de todo y todos, te rodeas de personas que vibran tan lindo, te cortas tu cabello, renuevas esas ganas de sonreírle a la vida y que te devuelva la sonrisa multiplicada, es ahí donde comienza tu verdadero reto, ser capaz de mantenerte firme, y claro que se vale caerse pero siempre que te levantes con mayor fuerza...




jueves, 17 de mayo de 2018

A un lado

Ando por la vida con sueño, con los brazos hacia abajo como dándome por vencida,
al menos en estos últimos días he logrado ponerte al lado de mi vida
todavía dentro de mi corazón, pero ya en un lugar donde no estorbas, no dueles,
aquí adentro aun esta hecho un desmadre, sin embargo por fuera intento parecer normal.

Siempre he creído que todos venimos a este mundo con nuestro propio sello
y que las personas importantes en nuestra vida, van formando parte de él,
entonces lo obvio a todo esto es que de alguna manera, siempre vas a estar en mi
como espero yo haber causado ese impacto en tu vida, aunque no fue poco lo nuestro,
tampoco mucho, fue lo necesario para mantener cualidades el uno del otro.

Las partes más bonitas me las he guardado para mi, porque en eso si soy muy envidiosa,
lo demás puedes compartirlo con quien más te plazca, yo en cambio ya te he nombrado
demasiado, todos han llegado a saber de ti, incluso la poca cordura que me quedaba,
ese puñado de alegría que me compartías con tu sola sonrisa, con estar ahí
¿como se saca a alguien de ti, que te dejó tanto de él y ahora cualquier cosa lo nombra?

Es que coincidir en tantos aspectos de tu vida con una persona, supongo muy pocas veces,
no pretendo nada con estas líneas, me gusta expresarme de esta manera en que nadie me reclama,
nadie intenta si quiera entender esto porque sinceramente yo aun no lo puedo explicar,
siento muchas veces que hay algo dentro de mi que me hace gritarlo a través de mis escritos
entonces vuelvo aquí para platicar conmigo misma, y me resulta tan gratificante.

A veces cierro los ojos y le pido al viento tropezar contigo, para ponerme a prueba
pero parece que no me escucha, o yo le he susurrado por miedo a que me haga caso
y vuelvo a imaginarme a tu lado, y tu rostro se desvanece entre ese paisaje,
esta vez te quiero dejar ahí: a un lado de mi, siendo tú, ya sin nosotros...







sábado, 12 de mayo de 2018

Construcción de los hechos

Y me miraba, su forma de amar era definitivamente de otra dimensión
hubo veces en que solo me pedía no moverme y entonces me fotografiaba
mantenía la cabeza bien puesta sobre la tierra pero a mi me hacía volar lejos

como cuando encuentras un trébol de 4 hojas y entonces no lo quieres soltar nunca más

Yo amaba cada vez que él tenía ese tipo de detalles conmigo
también me hacía cometer una que otra tontería cuando de nosotros se trataba

en algún momento de lo que tuvimos hubo temor a colapsar
de tanto sentir, de tanto vivir, experimentar y habitar el uno del otro
nos permitíamos encontrarnos en una que otra canción, en la melancolía de la noche
todas nuestras manías hacían mágico cada encuentro, cada sonrisa, cada día

Besábamos nuestros defectos y abrazábamos tanto esas virtudes

caminamos al borde del abismo, decidimos ser nosotros antes que cada singular
y con el roce de nuestras miradas sonreíamos como niño cual juguete nuevo

era evidente nuestra alegría al momento de conectarnos, de coincidir
en alguna de nuestras canciones, en el sonido de nuestras voces, en el andar por la vida
mirábamos a lo lejos y podíamos tener la certeza de que era el camino correcto

Esto fue solo una pequeñísima parte de todo lo que llamábamos vida
y sin embargo lo recuerdo como si fuese ayer, la nostalgia envuelve cada centímetro de mi piel

entre tanto ir y venir ya hemos olvidado los motivos que nos hacían querer siempre más
de esos besos llenos de amor, esas caricias tan frías y a la vez inmensas
vacilábamos al decir -te quiero- por miedo de que al pronunciarlo, se hiciera efímero


Tal vez (uno nunca sabe) ahora estoy hablando por los dos
y todo esto que suena como un poema no es nada más que fantasía mía

pero que increíble cuando era real, podíamos lograr cualquier cosa
y un claro ejemplo de ello fue ¡NUESTRA FELICIDAD!




viernes, 11 de mayo de 2018

Liviana

Empecé por irme poco a poco de aquellos huecos en donde cabían nuestros abrazos, descubrí un sinfín de cosas nuevas en las que me había percatado muy poco por el hecho de tu ausencia, porque desde que te fuiste me hacías más falta que ganas de tenerte de regreso, intenté pensar en primera instancia que solo añoraba los momentos en que fui feliz, y me cegaba tanto que volvía a pensar en ti, pero ahora de una manera distinta, fría, como lo que acostumbrábamos, miraba hacía nuevos caminos y por una extraña razón siempre me conducían a ti y de nuevo me encontraba siendo solo yo y todos los refugios que encontré solo fueron temporales, mis letras ya no tenían la fuerza necesaria para apartarme de ti.

Poco a poco seguí mi vida como hasta ahora lo has hecho tan perfectamente tú, hasta un giro que he tenido de 360° en el que puse toda mi vida en deuda a cambio de poder continuar, me miro de adentro hacia afuera y tengo la certeza de que si bien nunca he sido la mejor de todas ni estoy cerca de lograrlo, jamás he tratado de hacerlo, siempre consiente de mis culpas y fracasos, intento solo lo mejor, mi familia es el reflejo de ello, y que bonita se ve ahora la vida desde este lado del camino.

Ya me he castigado tantas veces por creer ser la causal de la mayoría de las personas que se van, y ahora me he detenido a pensar que el problema es de ellas(os) por no saber amar, o querer bonito, nunca he sido de las niñas que siempre andan bien arregladitas, con el tacón, maquillaje carisimo, accesorios de envidia, pero afortunadamente tengo mi esencia, y eso es algo que ya pocas personas logran poder presumir.

Me da muchísima flojera ver todos los clichés que marca la sociedad, busco siempre el bienestar de los míos aun antes del propio, me manejo libre y a la vez llena de miedos, inseguridades y una que otra manía, desde ahora voy a ver hacia adelante y confiare en que la vida no se trate solamente de padecimientos, que siempre hay algo por lo cual agradecer, sentirte amada, protegida, personas que te hagan la vida más llevadera y con la carga menos pesada...