martes, 5 de junio de 2018

Letras

Y que, mientras pasa todo este desastre he sido más caótica
entre una y otra despedida tengo mi coraza inquebrantable
(me repito a mi misma) y no logro convencerme, resulta tan agotadora esta vida,

tan llena de cotidianidad, vacía para quien se quedó sin esas ganas de reír,
merodeando lo que le queda, que no es mucho ni poco.

Estando tan cerca de tantas enseñanzas, unas más duras que otras,
pero siempre intentándolo, como quien ha comenzado a andar un camino tan distinto,
oscuro, lleno de baches, solitario muchas veces, con el alma todavía ahogada de él.

Nunca fui tan cobarde como para callarme mis angustias, mis vacíos, tristezas, enojo,
rabia; hasta hoy, porque en el fondo tengo la certeza de merecer de alguna manera todo esto,
suplicante por que el tiempo pasé y no sea más que un trago amargo,
ahora ya no necesito que vengas a rescatarme, pues el causante de todo has sido tú,
pero en todo este tiempo que he pasado con el fantasma de tu amor, con tu recuerdo
pegado a mi garganta, voy sanando de a poco y siento un gran alivio cada que vienes a visitar
mi mente, porque descubrí que eso me ayuda a sobrellevar tu vacío.


Mis letras ahora ya no buscan tu regreso, viven porque es la única forma que encuentro
de descargar tanto dolor, tristeza, vacío, angustia, indiferencia, y de volver inmortal tu recuerdo, soltar lo que alguna vez llevé tan dentro de mí, buscar sanar cada grieta.

Entonces pasa la risa de un bebe, el aullar de la noche, cada pedacito de la vida vuelve a tomar forma, a recordar que también pasan muchas cosas afuera de mi cabeza y de mi corazón, tampoco es que uno muera de amor, pero a esta edad las cosas se viven a flor de piel, después entenderemos que no era tan malo después de todo.

Que no somos los únicos que han tenido el corazón vuelto mierda 
y se levantan a las 7 de la mañana a darle frente a la vida, 
lavarse el rostro y mantenerlo intacto, libre de lágrimas, de sufrimiento,
ya habrá tiempo por la noche de poder desahogarnos, tomar una taza de café 
y volver a nuestro insomnio... 




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