lunes, 30 de julio de 2018

Nuevos Horizontes

Que distante se ve el miedo cuando lo que te hacía tenerlo se va desvaneciendo
cuando en el medio de una canción ya no idealizas el rostro de alguien que se ha vuelto desconocido, en cambio te da pavor el nuevo sentimiento que crees ha tocado a tu puerta y te hace cosquillas.

Volteas la mirada y no recuerdas el color de esos ojos que antes tenías tan trazados en el alma y tampoco acostumbras pensar en la otra persona porque ya hay alguien más que te quita tu tiempo o te lo llena con sus tonterías, con el día a día.

No importa ahora los rasguños anteriores (tampoco es que ya se hayan ido), solo que encontraron un nuevo lugar para anidar, tampoco te mortifica que tan mala pudiste ser o cuantos errores cometiste para que hubiera ese espacio vacío entre "nuestra constelación y solo mía", has dejado de despertar a las 3 de la mañana por cualquier tontería, ese sentimiento tan parecido a la paz es algo que por mucho le gana a cualquier mariposas en el estomago.

Sonríes y logras ver que efectivamente esa media luna es mucho más hermosa que cualquier rostro apagado, melancólico, porque los sentimientos siempre encuentran una forma bruta de hacerse notar por fuera, ya no por las canciones que escuchas ni las veces que "nada" es la respuesta obligatoria para el frecuente ¿qué tienes?.

Es justo en tiempos como este que mi vida estaría más vuelta mierda que en ningún otro, solo Dios sabe cuanto lo quise y todo lo que habría hecho para que se quedara a mi lado, y ahora, después de algún tiempo he reconocido en alguien más, otra manera distinta de sentirme bien, de ir conociendo tantos aspectos ya olvidados dentro de mi.

Que no todo en la vida hiere, las personas que estamos hechas de tantas grietas, tantos tropiezos, ya no vamos por la vida con la intención de destruir porque sabemos como duele, y sin embargo, tampoco puedes ir por la vida sin el escudo en alto porque no todas las personas tienen aunque sea un toque de bondad.

Vuelves a escribir, pero ahora has dejado de lado la melancolía (o tal vez halló una nueva morada lejos de tu piel) y por las noches ya no hay café que te quite el sueño, ni almohada que logre entorpecerlo, esta vez te vas a dormir con un suspiro entre tu alma y tu boca, entre el pasado y lo que esta por venir...




No hay comentarios:

Publicar un comentario