Últimamente me esta resultando tan bien eso de sonreír de nuevo,
de saber que todo va a estar bien a pesar del holocausto en que he vivido,
recobrar las ganas de salir del túnel aun con la llovizna calando bajo
y los rayos del sol penetrando de entre las cortinas oscuras
porque se sabe que las luchas siempre traen recompensas a hurtadillas
como queriendo salir de entre los escombros que vamos reconstruyendo.
No se en que parte de mi vida dejé aquella niña que contaba historias
mientras jugaba con muñecas tumbada en aquel cuarto de juegos,
pero estoy segura que ha valido cada día de esta ahora vida adulta
que se ha encargado de ponerme las cosas difíciles pero no imposibles,
después de tantos desencuentros que me han hecho poner escudos por doquier.
Ahora despierto con algo certero: no todos los huracanes arrasan con tu vida,
algunos simplemente tenían que pasar para que pudieras saborear un
"soy de la idea de que tu eres hermosa aun sin maquillaje" y que cuente
los minutos para volver a verte, o un "no sabes cuanto te extraño".
¡Joder! y poder compartir cada paso que das sin temor a volverse tedioso,
las peculiaridades que hacen de ti una persona única, ahora saben mejor,
volteas a los días en que todo eso no era más que algo lejano
y es entonces que todo vuelve a cobrar sentido: las noches vueltas madrugadas
las platicas interminables que hacen olvidar el correr del reloj
esas cenas que terminan con una botella de vino a la luz de la luna.
Y coincidencias que te vuelcan perspectivas que tenías de tantas cosas,
los días resultan más llevaderos, compartiendo música, clichés, manías
libros, películas, rarezas de una buena manera y logras el equilibrio de nuevo
ahora ya con otro aroma, pero resulta tan ameno que contagias...
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