sábado, 18 de mayo de 2019

Caos

Con tantos idiomas que existen en el mundo y tantas personas,
he coincidido con todo tipo de ellas: desde las que hicieron trisas 
mi corazón, otras tantas que han ayudado a repararlo con paciencia
y van por la vida con tanto brillo que no necesitan apagar a nadie.

Porque ya suficiente caos hay dentro y fuera de ella,
entonces se dedican a remendar los corazones rotos,
a poner estrellas donde antes había un cielo nublado
y te iluminan la vida de colores o uno que otro arco iris al final del camino.

Que poco se habla de las satisfacciones que tiene la vida
cuando al final del día llegas a casa y te desconectas del mundo
reconectando todo tipo de emociones con los tuyos,
descubriéndote con la sonrisa amplia y el alma en paz.

Y que nadie nos diga que no es bueno cantar con el alma 
la canción que sentimos tan nuestra, abrazar nuestros miedos,
escondernos tras una máquina para plasmar todo cuanto queramos,
porque ya estamos grandes o nos falta mucho por aprender.

Anoche había un montón de personas agotadas por la vida,
una de ellas era yo con ese dolor de cabeza incesante,
todo un resultado de la explosión en que me he convertido,
ya van siendo las 12 y su mensaje nunca llegó...







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