sábado, 20 de julio de 2019

Carta a mi yo del pasado

He despertado algunos años después desde la última vez que te vi:
aquí hay muchas cosas que van cambiando, lugares nuevos, personas,
la vida misma se ha ido encargando de ello, algunas otras lo has hecho tu misma,
y te ha quedado como mínimo más de una vez el corazón roto. 

En esta ciudad pocas veces se nota linda un alma o vibra chingona,
pero las personas que te rodean siempre llevan luz propia,
como la tuya que tratas de que permanezca aun a contra corriente,
o cuando en más de una ocasión te has sentido a oscuras con tanto por delante.

Ahora sales a fiestas y llevas puesta ropa bonita y un par de tacones,
con un toque de maquillaje que aunque no lo necesites te resalta tus facciones,
(también la vanidad ha hecho de las suyas cual patito que evoluciona a cisne)

y aunque ahora ya con kilitos de más, sigues sintiéndote a gusto con tu cuerpo.

La forma de vestir va evolucionando con el tiempo
y sin embargo nunca has sido de las chicas que van siguiendo modas,

tu rompes los esquemas y desafías a quien se atreva a criticarte,
has madurado de muchas formas y por ello es que vives orgullosa de ti.

Que te llenas de una que otra inseguridad y miedos porque también eres humana,
los errores que cometes te han vuelto una guerrera incansable,
y a las personas que de alguna u otra manera has lastimado,
sabes como ofrecer disculpas y seguir, porque de eso se trata la vida.

Aprendiste que si hay cosas para las que eres buena,
tienes una familia que con todo y altibajos siempre están cuando lo necesitas,
tus amigos te llenan de momentos únicos la vida
y tienes un carácter tan explosivo como todo lo que acostumbras decir y escribir...










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