sábado, 27 de julio de 2019

Desbordar

De tanto cargar con un montón de peso a cuestas, me canse,
llegó el día en que todo este mar de sentimientos termino inundando

mi corazón, mis ojos y se escapó un sábado por la tarde
porque también duele mucho retener todo lo que uno lleva dentro
e ir por la vida pretendiendo ser fuerte y en silencio todo lo contrario.


Cuando lo único que alcanzas a hacer es desbordarte de entre las orillas,
o en medio de tu ser, las palabras se abalanzan por si solas
y tu eres solamente el medio que encuentran para hacerse ver,
sientes como si fueras de otro material o de otro mundo.

Que las cosas buenas que le pasan a muchas personas no vienen a tu vida,
y de alguna manera logras convencerte que tarde o temprano llegaran,
por más normales que se sientan los golpes que te sigue dando la vida
debería bastar con todo lo bueno que das a cambio de un poco de paz.

Y cambias tantas veces de camino, pruebas atajos para acortar tus pasos,
golpeas un poco tus rodillas por ir esquivando huecos y malos caminos,
dejando atrás tantas personas que pensabas indispensables y únicas
para sentir que el camino ya no es tan turbio y cansado como se ve.

Algunas veces he sido el puerto en que alguien decide descansar,
otras muchas me he quedado esperando como un barco a la deriva,
con tantas cosas que hacer en esta vida y por las cuales pelear
siempre he preferido pasar en silencio cuando las heridas sangran
y las palabras o abrazos hacen tanta falta que duele mucho pedirlo.

Las margaritas se van deshojando solas por miedo a ser lastimadas,
los colibríes que habitan dentro han cesado ya su vuelo 
y ahora anidan por mucho tiempo esperando tranquilidad,
las manecillas de mi reloj se han roto y el tiempo dejo de tener sentido
porque siempre se hace tarde cuando de esperar se trata...  







sábado, 20 de julio de 2019

Carta a mi yo del pasado

He despertado algunos años después desde la última vez que te vi:
aquí hay muchas cosas que van cambiando, lugares nuevos, personas,
la vida misma se ha ido encargando de ello, algunas otras lo has hecho tu misma,
y te ha quedado como mínimo más de una vez el corazón roto. 

En esta ciudad pocas veces se nota linda un alma o vibra chingona,
pero las personas que te rodean siempre llevan luz propia,
como la tuya que tratas de que permanezca aun a contra corriente,
o cuando en más de una ocasión te has sentido a oscuras con tanto por delante.

Ahora sales a fiestas y llevas puesta ropa bonita y un par de tacones,
con un toque de maquillaje que aunque no lo necesites te resalta tus facciones,
(también la vanidad ha hecho de las suyas cual patito que evoluciona a cisne)

y aunque ahora ya con kilitos de más, sigues sintiéndote a gusto con tu cuerpo.

La forma de vestir va evolucionando con el tiempo
y sin embargo nunca has sido de las chicas que van siguiendo modas,

tu rompes los esquemas y desafías a quien se atreva a criticarte,
has madurado de muchas formas y por ello es que vives orgullosa de ti.

Que te llenas de una que otra inseguridad y miedos porque también eres humana,
los errores que cometes te han vuelto una guerrera incansable,
y a las personas que de alguna u otra manera has lastimado,
sabes como ofrecer disculpas y seguir, porque de eso se trata la vida.

Aprendiste que si hay cosas para las que eres buena,
tienes una familia que con todo y altibajos siempre están cuando lo necesitas,
tus amigos te llenan de momentos únicos la vida
y tienes un carácter tan explosivo como todo lo que acostumbras decir y escribir...










viernes, 19 de julio de 2019

Pasado pisado

Anoche soñé con un recuerdo de esos que te hacen voltear la vista
pero sin querer regresar a recoger lo poco que servía o te hacía feliz,

como si pequeñas partes de mi aún siguieran arrinconadas 
invisibles, incapaces de desprenderse del lugar donde han hecho nido.

Entonces vuelvo a escribir de entre tanto caos, resurgiendo fragmentos
de algún momento de mi vida donde soñaba con ser grande y era invencible,
y cuando todo parecía ir mal solo bastaba con jugar a las muñecas con mi prima
pensando que todo lo que les pasaba a ellas, era nuestro futuro.

Y ahora lo único que deseo con todas las fuerzas es tiempo para volver a soñar,
descansar de todo lo pesado que últimamente me pasa,
acomodar espacios vacíos para no cometer alguno que otro error,
gritar las veces que sea necesario el nombre de mis tropiezos y aciertos.

Que en lugar de gustarme los inconclusos, me baste con una indecisión
para moverme de dirección y dejar que el viento me despeine los miedos,
y los colores del cielo vengan a iluminar las tardes en solitario,
con la firme intención de vibrar tan chingon que la misma energía regrese a mi.

Voy reconociendo nuevas facetas en mi que antes me parecían imposibles,
como la vez que baile hasta las 3 de la mañana con tacones sin perder el piso,
o aquella otra en que lloré con el corazón roto y tardó muchísimo en sanar,
queriendo con toda el alma a los míos y siendo feliz con ellos.

Dedico de vez en cuando uno que otro suspiro a los que ya no están
pero que dejaron huellas o rasguños a su paso,
y sonrisas a tantas personas que se hacen presentes aun en la distancia
o con algún mensaje que te recuerda el porque siguen en tu vida.











lunes, 1 de julio de 2019

Atemporal

Siempre he pensado que de jodido mis relaciones deben ser cada vez mejores,
no puedes salir igual de como entraste de cada una de ellas
pero mínimo aprendes a ser más selectiva al momento de la siguiente,
de cuando te aventuras a lo desconocido y primero observas el panorama.

Porque no se puede menos cuando ya esquivaste las balas que te hubieran matado,
cuando a mitad de una canción no sientes que te describe
y memorizas cada batalla que has librado y la de heridas que han dejado,
lo poco que te hace ser sino inmune más fuerte de la vez anterior.

De cuando tomas una taza de café y ya no lleva el susurro de un viejo amor,
porque los tropiezos ya no te hacen caer ni voltear hacia atrás,
ya hace mucho que tus huellas marcan un sendero más firme y con mejor paisaje,
cuando a mitad de la tormenta tu misma vas cargando las botas y el paraguas.

Tus manos han sabido amortiguar el frío y la ausencia,
el corazón ya va menos cargado de equipaje y en reconstrucción,
se pasa de lo humanamente triste a la increíble felicidad,
porque de eso se trata la vida y vas aprendiendo como por costumbre.

Los pasos que antes danzaban en círculo van formando algo nuevo,
desconocido e inquietante para el que busca sin saber,
eso que muchos llaman egoísmo o vanidad es lo que te ha salvado
de un sinfín de sentimientos y resentimientos ahora ya olvidados.

Y te muerdes los labios, una, dos y las veces que sean necesarias 
para no volver a implorar esos besos que de vez en cuando se cuelan
de entre los sueños a las tantas de la madrugada
cuando agitada mencionas un nombre que ya no te dice nada.

Cuando miras al espejo sientes que hay algo transformándose
desde dentro y lo dejas florecer el tiempo que sea necesario,
la de veces que le has sonreído y maldecido otro día
cuando te peinas o te maquillas encontrando algo de brillo.

Tantas cosas y personas se han vuelto temporales en tu vida
que ahora ya no te detienes por nada ni nadie
y tus días tampoco se basan en quienes están o se han marchado,
lo único que te queda eres tú en medio de la multitud...