Soy fuego y hielo, rosa y negro, tormenta y calma
cuando lo único que quiero es saberme amada
sentir que puedo tocar el cielo con el roce de unos labios
dispuestos a arrebatar mis miedos y a devolverme la esperanza
Despojando cada espacio deshabitado en mi cuerpo
convirtiéndolo en un mapa donde se sepan el camino a mi felicidad,
dándome oportunidad al acariciar una piel tan cálida a la cual llamar hogar
recostando mis pestañas en sus mejillas sintiendo su mirada de amor
Yo solo se convertir en poesía todo aquello que logra tocar mi alma
no tengo otra manera de volverlo arte, esa es mi especialidad,
la del mundo por lo visto es regresarme del vuelo donde me encuentre,
estrujar mi corazón hasta que se cierra de un portazo sin más
Me vuelvo frágil cuando siento el más mínimo aleteo de las mentadas mariposas,
y trato de esconderme y ponerme aquella mascara de mujer indestructible
para luego encontrarme cantando a todo pulmón esas canciones que te rompen,
a las 3 de la mañana con la única compañía que alivia: una copa de vino
La verdad cada etapa logro sentirla al máximo, por mucho que eso duela
porque ya he tenido suficiente de amores a medias y de personas vacías,
todo eso también son lecciones que te sirven a ser menos tibia
y entregarlo todo a sabiendas que es la misma cantidad de dolor si llega a su fin
La niña que soñaba con encontrar a su príncipe azul
sigue siendo la misma que sale y se divierte un sábado por la noche,
porque también se vale tener de los dos mundos
y llegar a casa con la persona ideal a descansar del mundo y llenarse entre si...
viernes, 28 de mayo de 2021
Dualidad
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