Me encontré sola otra vez en aquel viejo sofá
que me ha visto tantas veces sollozar nombres y recuerdos,
una tarde calurosa en que no había nada para calmarme,
donde no tenía sentido seguir viendo esas películas
Porque mi mente no podía fijar su atención en ellas
pues se había quedado donde la dejó aquel nuevo amor
de primaveras bonitas, de largos abrazos y suspiros
en donde fue rescatada de mucha incertidumbre y matices grises
Como cuando te vas quedando dormida primero despacito
y al sentir al fin sumergirte en ello
no logras despegar los ojos aún con gritos de desolación
sabiéndote tan pequeña e inútil que tienes que esperar al amanecer
Aun con tantas subidas y bajadas de emociones
siempre guardo total esperanza a lo bonito, a la calidez
de esos risos que calman mi alma con tan solo un roce,
sintiéndome impotente por no poder saber
y con llena de miedos por que al final sea todo como siempre
Que me vuelva a tocar reconstruir los pedazos de mi tonto corazón,
armar el rompecabezas yo sola porque no hay nadie más aquí,
porque tal vez nunca fue completo del otro lado
por más que yo pusiera e hiciera de todo por los dos
Y me repito como disco rayado tantas tonterías
que ya las noches tampoco son buena compañía
cuando sigo sin respuestas, con las manos vacías
y esa maldita manía de buscar algo que no se si me pertenece
Siempre es buena idea venir aquí y pretender que de algo ayuda
cuando nadie puede comprender por mucho que lo cuente
porque es un asunto del cual ni yo misma entiendo
y que sigo siendo la misma tonta cursi que se había escondido...
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