martes, 3 de septiembre de 2019

Algo bonito

Que conflicto eso de tener que escoger entre lo que te gusta, lo que te hace feliz, lo que te hace bien y lo que esta bien según las demás personas. Debería ser más fácil que venga todo en combo y te llene todas las expectativas, pues has aprendido a caminar por la vida sola, pero estarías dispuesta a permitir que alguien más te acompañe y te ayude a cargar de vez en cuando uno que otro peso que se te acumula desde dentro.

Que a mitad de la pista de baile se detenga a mirarte, te ponga el cabello detrás de la oreja y te diga que eres la niña más bonita que existe en aquél lugar, en ese su mundo que se han construido de a ratos, de espacios y rincones que han creado sigilosamente por miedo a que alguien más venga a desbaratarlo todo; y mientras hace todo esto te bese durante un millón de tiempo que se te escapa de entre las comillas, esas su cita favorita.

Y aterrizar a las dos de la madrugada en medio de unas sabanas aún frías que esperan volverse cuna y anidar los más sucios y exquisitos recuerdos mientras se desvisten los miedos, bajo la tenue luz que se cuela por la ventana, y esa ráfaga repentina de sensaciones que se habían quedado guardadas bajo llave y han encontrado la manera de presentarse e instalarse en esa alcoba, en el baño, la sala y la cocina; ahora toda esa casa ha tomado la forma alta y perfecta que tus ojos adoran.

Despertar con un poco de resaca por tan embriagador aroma a café recién hecho, con la silueta desnuda que anuncia un nuevo día y el baño tibio que ansia refrescar y reanudar la rutina, sin embargo no eres la misma de hace unos meses que se rehusaba a compartir un postre por la tarde, o la cerveza del sábado por la noche porque tenía claro lo que vendría después.

Alguien que sin temor de lo desconocido te encuentra jodidamente perfecta con esas ojeras al despertar y el cabello revuelto, cuando en tus peores días te ha sabido sostener y dar impulso, cuando a mitad de la noche tu mundo se derrumba y tienes sus brazos para sostenerte, de esos amores que tantas veces creíste imposibles o ficticios y ahora lo tienes ahí sentado frente a ti mientras desayuna esos horribles hot cakes que preparaste y te da las gracias y miente diciendo que le han encantado, por el simple hecho de que sabe lo mucho que odias la cocina.

Esa persona caminará de tu mano presumiendote y haciéndote sentir la mujer más afortunada del mundo, o te llevará en auto por la carretera cantando a coro las canciones que a ti te gustan sin importar cuan ridículo parezca (nunca es así cuando se es enamorado) y bailará pegado a ti, y tu sabrás entonces que todo este tiempo ha valido la pena y la espera por estar junto a él... 




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