martes, 26 de junio de 2018

Danzar bajo la lluvia

Me desconozco al verme danzando sobre un pedazo de papel,
escupiendo versos como lo más normal del mundo
después de una catástrofe que sigue en reconstrucción
una aprende la gran diferencia entre estar bien y luchar para lograrlo
te vas quedando a manos llenas de escombros y buscas seguir
y te mantienes a flote porque es la única manera de sobrevivir.

Valiéndote de los más tontos pretextos para sonreír aunque sepa distinto
porque ahora eres tú la que se esta volviendo a armar
la que por más difícil que sea no te va a soltar del camino
y seguirá aun con el paso del tiempo y las personas
porque ya estuvo bueno de la auto compasión, te miras al espejo,
estudias cada una de tus muecas y las abrazas con mayor fuerza.

¿Y qué si el día de mañana puede volver a llover? cuando has aprendido
a bailar bajo la lluvia, a caminar sin prisa, a disfrutar los sinsabores de la vida,
salir con tus amigos y no esperar ver a nadie ni tropezar con su recuerdo y,
borracha a las 3 de la mañana hablarle y querer estar con él, todo va siendo parte
de tu crecimiento y, muy en el fondo agradeces que te hayan roto el corazón
porque también de eso se vive cuando no tienes tema de conversación,
cuando no hay motivo para estar tomando en un bar con tus amigas.

Bailas al compás de la música que va marcando tu paso por la vida
y esperas que algún día alguien diga: "esa canción hacía que ella se volviera loca"
porque son detalles que marcan una diferencia entre quienes te amaron,
esas cosas son por las que realmente vale la pena estar aquí
el poder saber que tu paso por aquí no fue en vano, que pudiste marcar
una diferencia en el antes y el después de una vida de alguien.

Creas y crees lo que tu quieres, totalmente de acuerdo
y cuando una decide seguir con su vida, todo se torna tan increíble,
deseas cosas buenas para todo el que te rodea y te ríes de las envidias
y malas vibras que las personas tóxicas acostumbran,
lo mejor que puedes hacer es estar con los tuyos, y que el mundo ruede...








sábado, 16 de junio de 2018

Recuerdo

Escribo para no morir en el intento de olvidarte, aún no concibo la idea de estar lejos de ti, estas ganas irremediables de saciar mi sed de tus besos, la increíble e incalculable forma de añorar tantos momentos que juntos compartimos, esa tempestad que era nuestra forma de amar, cada uno de los vacilantes y escurridizos espacios en que tu recuerdo no me golpea el pecho son ahora tan pequeños, este coraje de pensar que sonríes ahora pero ya no soy yo el motivo, de saber que tal ves nunca lo fui del todo, estar encerrada en ti y tu tan feliz con alguien más.

Soltar resulta a veces tan agotador cuando no se puede hacer del todo, y son tantas las veces que lo intentas, pero esta vez no se trata de la canción que queda perfecto con el trago tan amargo por el que estas pasando, ni de cuantas botellas de tequila te tomes, pues eso solo empeora las cosas, te dan unas terribles ganas de que venga nuevamente a desordenar tu mundo, porque necesitas de ese caos para ser completamente feliz, estrujas el corazón como pretendiendo que así vas a poder sanar, y sin embargo ahora estoy aquí nuevamente hablando de él, cuando opuesto a cualquier pronostico él decidió continuar como si nunca.

Y que se hace cuando estas a expensas de no poder deshacerte del arma homicida porque no esta en tu poder, entonces esperas a que la otra persona la suelte, que su recuerdo por fin dejé de doler y tu aprendas a sobrellevarlo, a que sea menos pesado y aunque se quedé ahí, solo ocupe un lugar muy pequeño dentro de tu corazón, porque se sabe que cuando alguien te ha calado tan profundo, por más libros que leas, por más veces que salgas, o personas que conozcas, siempre va a estar presente, y entonces vuelves a los lugares que frecuentaban para poder ser feliz.

Se ilumina un instante tu vida cuando recuerdas todo lo bueno que tuvieron y te quedas solo con eso porque ya no se puede de otra manera, basta de tantos llantos reprimidos, y de todas las canciones tristes que has podido oír, sigue dentro pero vas aprendiendo a convivir con todo eso, las letras ahora cobran otro sentido y ya no esperas verlo por accidente porque ya tuviste demasiado de él.  




lunes, 11 de junio de 2018

Desapego

Días de caos y re acomodo, de vaivén tan a destiempo que la vida se te desborda,
después como por arte de magia vuelven a cobrar sentido las palabras de un ser amado,

de aquella persona que en su momento no entendías porque había llegado a tu vida
y pasa que ya no quieres más recuerdos que vengan a ponerte tibia

porque de alguna forma encontraste la manera de mantener caliente tu alma 
a pesar de tantas vueltas.

Despiertas a las 7 de la mañana ya con la sonrisa cocida 
y el corazón va sanando con el paso del tiempo,
sucede que así como las hojas de los arboles caen a su debido tiempo, 
las heridas dejan de doler, tu vida sigue su camino, las personas vuelven a hacerte sonreír.

El sol en su máximo resplandor ahora ya te toca 
y sientes como sus rayos se impregnan en tu piel
aplacando tanto frío que en su momento se había quedado a habitar el alma,
se desvanece el deseo de estar sola y ahora cada canción vuelve a hacerte bailar,
gritar, estrujar toda el alma.


Ya no pesa el marcar de las horas, los días grises van esfumándose 
dando paso a nuevos colores, esas calles que antes estaban tan llenas de un pasado, 
ahora cobran nuevo sentido, respiras  y agradeces tanto el hecho de poder seguir de pie 
a pesar de tanto vivido, bueno o malo, eso te ha traído hasta donde estas; 
y ¡QUE BENDICIÓN QUE ASÍ SEA!.

Lejos de ser una carta de superación personal, quiero pensar que es la prueba
del camino recorrido, lo mucho que he crecido, el espacio tan grande
entre una y otra etapa, 
vale la pena luchar por lo que vale la pena tener,
en este caso felicidad.


Porque también los rasguños forman parte de una coraza inquebrantable, los tropiezos
incluso llevan siempre un porque y no lo entiendes hasta que terminas de caminar,

volteas con la esperanza de que todo lo que ayer dolió, 
hoy solo sirva para hacerte crecer, siempre he creído que es de cobardes 
abandonar aun sabiendo que todavía se puede mucho más.

Heme aquí con el caparazón puesto y aun así esquivando cada bala, como pretendiendo
que así la vida es color rosa, esperando a que vengan a rescatarme, 
pero sabiendo que la única capaz de hacerlo soy yo, 
nada de promesas incumplidas, ni personas tibias,
me he declarado libre de toxinas, sin importar el quien o que...



martes, 5 de junio de 2018

Letras

Y que, mientras pasa todo este desastre he sido más caótica
entre una y otra despedida tengo mi coraza inquebrantable
(me repito a mi misma) y no logro convencerme, resulta tan agotadora esta vida,

tan llena de cotidianidad, vacía para quien se quedó sin esas ganas de reír,
merodeando lo que le queda, que no es mucho ni poco.

Estando tan cerca de tantas enseñanzas, unas más duras que otras,
pero siempre intentándolo, como quien ha comenzado a andar un camino tan distinto,
oscuro, lleno de baches, solitario muchas veces, con el alma todavía ahogada de él.

Nunca fui tan cobarde como para callarme mis angustias, mis vacíos, tristezas, enojo,
rabia; hasta hoy, porque en el fondo tengo la certeza de merecer de alguna manera todo esto,
suplicante por que el tiempo pasé y no sea más que un trago amargo,
ahora ya no necesito que vengas a rescatarme, pues el causante de todo has sido tú,
pero en todo este tiempo que he pasado con el fantasma de tu amor, con tu recuerdo
pegado a mi garganta, voy sanando de a poco y siento un gran alivio cada que vienes a visitar
mi mente, porque descubrí que eso me ayuda a sobrellevar tu vacío.


Mis letras ahora ya no buscan tu regreso, viven porque es la única forma que encuentro
de descargar tanto dolor, tristeza, vacío, angustia, indiferencia, y de volver inmortal tu recuerdo, soltar lo que alguna vez llevé tan dentro de mí, buscar sanar cada grieta.

Entonces pasa la risa de un bebe, el aullar de la noche, cada pedacito de la vida vuelve a tomar forma, a recordar que también pasan muchas cosas afuera de mi cabeza y de mi corazón, tampoco es que uno muera de amor, pero a esta edad las cosas se viven a flor de piel, después entenderemos que no era tan malo después de todo.

Que no somos los únicos que han tenido el corazón vuelto mierda 
y se levantan a las 7 de la mañana a darle frente a la vida, 
lavarse el rostro y mantenerlo intacto, libre de lágrimas, de sufrimiento,
ya habrá tiempo por la noche de poder desahogarnos, tomar una taza de café 
y volver a nuestro insomnio...