Y la ciudad se cubrió de frío, como todo este que llevo dentro,
"debo empezar otra serie, volver a escribir, maquillarme, hacer ejercicio
(en esto último vamos progresando poco a poco)" como cuando me veo al espejo
logrando hacer las pases con mi nueva yo, renovada, decidida, sin miedo
Queriendo alejarme de tantos vicios que increíblemente se vuelven también personas,
malos hábitos como aquel que llevaba un poco de tabaco intentando dejarlo
con la ansiedad a mil que ya no solo llega a las tantas de la madrugada,
toda hora y lugar es buena para sentir que me falta algo o alguien
Pero renuente ante cualquier vacío que logre tocar mi pecho
me decido a hacer de todo, llenándome de trabajo o de quehaceres
para ocupar mi mente y desocupar los que solía conocer como sentimientos
volviendo tan jodido todo este enredo que llevo dentro, que a veces exploto
Como aquella noche que busqué a un gran amigo y estallé en llanto,
encontrando un montón de recuerdos y nudos en la garganta
que tenía desde hace bastante y temía exponerlos por el riesgo al dolor,
descubriéndome más ligera, con un poquito de brillo y color
Tardo mucho para volver aquí y animarme a llenar estos espacios
vaciando un poco toda esa carga que se va acumulando por dejar de hablar,
dejar de buscar, de escribir a quien es evidente ya no quiere ser encontrado,
a quien hace mucho dejó de ser la causa de tantas risas y llantos
Volteo un poco al horizonte y solo logro ver dos hermosos motivos
por los cuales vale la pena cada minuto del día, con los ojos cansados
y las ganas agotadas, llena de tanto amor que es casi increíble
lo enorme que me hace sentir esos dos pequeños corazones...
No hay comentarios:
Publicar un comentario