miércoles, 19 de abril de 2023

Guerrera

 Uno va acumulando recuerdos y se vuelven pesados
otros pocos hacen que la carga se balancee o por lo menos la aligera,
quiero pensar que lo mismo pasa con las personas
y las huellas que han dejado o vamos dejando a nuestro paso

Creyendo saber lo que es el amor, tenemos todo menos eso,
sobran los detalles y faltan muchísimos valores y honestidad
desperdiciando a las personas y menospreciando el cariño,
ya no basta con las tontas frases trilladas que uno se conoce

Porque hasta para tropezar hay que ser lo suficiente fuerte
con mucha más razón cuando caes, porque el impulso
serán las personas leales, los amigos que nunca abandonan,
la familia que te sostiene cuando tu mundo se viene abajo

Es que hasta para poder deprimirse ya no alcanza la vida,
no te espera a que puedas llorar acostada en tu cama
comiendo helado así como lo manejan las películas y series de desamor,
esa tontería es un lujo que un adulto competente no se puede dar

Preguntando tantas veces el porque, otra vez golpea el destino
este terco corazón, y se rasga ahora otro poquito
con el dolor ya manejable, intento dar vuelta a la hija
pero aun es muy pronto, y por más que cueste aceptarlo, toca esperar

Ese mentado tiempo que sin darte cuenta un día sin más
hace que deje de importar o por lo menos el dolor va cesando,
sufrir ahora depende de uno porque vas aprendiendo
que hay muchas cosas de las cuales agradecer, y lo haces

Tremendos arañazos me han puesto los malos amores
como para no poder sobreponerme todos estos años,
las cicatrices ahora ya casi no se ven ni se sienten
porque uno no se muere de por amor y mucho menos a falta de él...





viernes, 17 de marzo de 2023

cúmulo de emociones

 ¿Y que tal si me quedo con alguien al que le guste el mismo cereal
que el mio y tengamos que pelear por la última ración de la caja?
o que no sepa el orden que lleva mi ropa, ni acomodar el cuarto
cuando ya tengo toda la vida con ese mal habito de no tenerlos

En el peor de los casos, me acostumbre tanto a mi soledad
que me he vuelto una ermitaña huyendo del pesar al interior de la alcoba,
escondiendo todo esto que llevo a cuestas como por inercia
acumulando un montón de pendientes, sin tener el mínimo interés de lograrlos

Atribuyo todo este desmadre al mentado tercer piso que ya me esta pegando
y siendo desde pequeña alguien que siente a flor de piel, no puedo ignorarlo
por más ocupada que intento estar, o cuan distante puedo ser con aquello,
siempre hay alguien o algo que me hace descender de mi nube y volver a valer

Sintiéndome tan lejana aquí o allá, esquivando todos esos huecos que dejaron
las personas que se fueron sin despedir, las que si plasmaron su adiós,
o que de a poco emprendieron su vuelo para no lastimar de tajo;
he llegado al borde del llanto cuando me creía inquebrantable

Me siento derrumbar cuando recibo el abrazo necesario
o cuando de pronto llegan esas palabras justas que me hacen estallar
en mil pedazos, y al reconstruirme, ya no quedo igual,
que lejos me siento de aquella niña que tenía mil y un sueños, llena de vida

Se me van apagando las ganas y de repente no me reconcilio con la del espejo,
ahora esos kilitos de más no desaparecen con el pasar de los días
al contrario, me vuelvo llena de inseguridades y soy mi peor enemiga,
eso del amor propio se volvió una mierda con tanto relajo físico y mental

Curar a este cuerpo cada vez me cuesta más, y si no es esto, es lo otro
son más los días malos que los buenos, mientras los demás me llenan
de frases tontas de optimismo cuando lo único que necesito es que alguien
se tome un minuto de su tiempo y aunque no comparta, por lo menos escuche

Madurar el corazón significaría dejar atrás tantas heridas que aun no cicatrizan,
a lo mejor la vida todavía no esta lista para tener lo mejor de mi
y sigo en constante descubrimiento, tal vez yo soy quien no lo esta,
culpando a diestra y siniestra, pero ¡carajo! cuanto cuesta hacerlo...