Hoy terminé hecha trizas como desde hace ya bastante tiempo
y no me refiero precisamente al cansancio físico (que hay de sobra)
sino a todo aquel que llevo a cuestas sin poderlo hablar,
ni expresar cuando las personas se vuelven tan ajenas a uno mismo
Resulta tan difícil descifrar y entenderte por las mañanas
con el cabello vuelto un lío que sientes que vas perdiendo la batalla
ante las evidentes ojeras descubriéndote cada día menos optimista
y más agobiante e inquieta con los mismos puntos suspensivos
Cuando esos sueños tan extraños llegan a visitarte cada vez más seguido
y los sobresaltos en las madrugadas te dejan con el alma palpitante,
intentando conciliar de nuevo el sueño creando una linda imagen,
sabiendo que hace mucho no logras tener cosas buenas de algo o alguien
Con el nudo en la garganta de quien sabe que nadie va a poder salvar
la inundación que viene delante con las manos un poco apretadas
y llenas de letras inconclusas y personas dispersas en la madrugada,
de nuevo la alarma se presentó dejando muchas dudas e incertidumbre dentro
Como tantas cosas que te niegas a sentir decidiendo ser fuerte
aun con la espalda hecha trizas por tanto silencio
y llanto contenido resultando en una bomba de tiempo
hasta un punto sin retorno donde ya no pasa nada
Queriendo llegar a cierta edad llena de dignidad
y aceptando cada trazo que la vida coloque
en el cuerpo o rostro por cada batalla aprendida
porque de eso se trata la vida
Sigo siendo aquella niña mirándose al espejo
intentando descubrir en que se habrá de convertir
cuando las estaciones se acaben y los años se cuelen
entre la comisura de sus labios y el filo de su rostro,
y sin saber la respuesta intentando siempre abrazarse fuerte
sin despegar los pies del suelo y las alas del cielo...