Que fácil es desplomarse cuando ya conoces la caída, cuando te la has memorizado,
lo difícil siempre es la recuperación, el intentarlo de nuevo y no poder,
sentir como que ya no puedes seguir por el mismo camino porque esta lleno de piedras
y malos momentos que resultan imposibles de borrar, haciendo todo más pesado
Tratando siempre de seguir como si nada, la vida te da cachetadas hasta tumbarte,
sientes como poco a poco el aire se vuelve denso, frio, escaso hasta dejarte sin respiración,
sin nadie alrededor que te sostenga la mano y con el menor deseo de pedirlo,
porque ya hace mucho que son pocas las personas hogar, que te llenan con tan solo un abrazo
Con el paso del tiempo y el peso de los años es tan cierto lo de irse quedando solo con lo necesario:
ya sea personas, lugares, momentos, recuerdos; uno se va vaciando de lo ordinario,
porque ya hace mucho que no apetece un café desabrido, la compañía forzada, amigos falsos,
aprendiendo a diferenciar lo que nutre y llena aunque sea lo más pequeño de tu alma
Sin intentar ser de otra manera, te acostumbras a ir por la vida con la cara lavada,
la ropa holgada y las esperanzas vacías, porque es mejor la sorpresa a la decepción,
tratas de mil maneras de sentirte bien, aunque signifique dejar de lado muchas cosas,
porque vale la pena tener un espacio tuyo, donde nadie venga a joderte la existencia
Con los audífonos puestos y la música a todo lo que da, se va cualquier tonto pensamiento,
intentas desahogarte con todo el peso que logras resistir y te alivias al conseguirlo,
el cansancio, el sudor, las molestias, todo se torna de una manera sencilla
como sintiendo que hay aun muchas cosas que ni siquiera has intentado pero puedes hacer
Vengo aquí con la esperanza siempre de aligerar el paso, cargar menos ideas
y convertirlas en estas lineas que con el paso del tiempo me logren definir,
o por lo menos hagan que me entienda un poquito más y sepa que pude con tanto,
que ya lo demás siempre va a ser lo de menos, que he librado las peores batallas...
