Que tan difícil es no poder amar con la misma fuerza cuando a ti te aman
bien y bonito, que el corazón en lugar de eso decida seguir lastimosamente
a alguien cuya espada se ha clavado incontables veces con o sin alevosía,
tan ineludible como el aire que se entrecorta en medio de un sollozo
Das una vuelta al pasado y te maldices una y mil veces por las buenas personas
que no supiste amar, porque esos latidos no coincidían por más esfuerzo que ponías,
aún con todos los detalles que te invadían de pies a cabeza, resultaba absurdo
preferir a una persona a medias, con todo y las intermitencias que lo rodeaban
Vas avanzando en medio del asfalto pisando un poco más despacio por temor
de no querer como la otra persona espera, y lo evitas cortando un poco
el espacio que te separa del no poder saber y no querer hacerlo,
porque por más que se parezcan nunca serán ni vagamente lo mismo
Rostros viejos, nuevos, borrosos, llenos de incertidumbre y de malas pasadas,
pero ¿qué es la vida sin correr riesgos? me hago la misma pregunta cientos de veces
y siempre termino en casa a las tantas de la noche con la cama a medio tender,
el cuarto solitario de quien ya se ha acostumbrado a su frío sintiendo el pesar de los días
Me he guardado un montón de recuerdos que se han quedado entre los escombros
de lo que fui y en lo que me voy convirtiendo, muchos de ellos partidos a la mitad
o un tanto grises reviviéndose de vez en cuando para recordar a quienes me habitaron
ya sea en alma o cuerpo, en el corazón o solo en la mente, que por inercia no logro soltar
Voy armando y amándome en piezas que a veces no logran tomar ninguna forma,
con la esperanza de que un buen día este rompecabezas pueda parecerse un poco a mi,
batallando siempre con todas esas pesadillas que me visitan de madrugada
y uno que otro deja vu que sabotea esta cordura a la que poco me he acostumbrado...
