He tenido días de arco iris y montañas rusas
cuando de encontrarme se trata y me instalo en total comodidad
dentro de cualquier espacio en blanco que aprovecho para hacer verso
viendo desde aquí en lo que me he convertido y todo lo que he pasado
Esperando ser lo que aquella niña de 10 años imaginaba sentada
en su cuarto con los rayos del sol ya metiéndose en su ventana,
jugando sus muñecas o mirando la tv con el volumen bajito
para no ahuyentar sus pensamientos ni callar sus emociones
Como aquél viejo espejo que se ha cansado de dar batalla
con algunas manchas del paso del tiempo que ya es difícil sacar
irónicamente como las de la mujer que apenas logra verse en él
sin poder dar lugar a dudas ni vacilaciones entre tanto caos
Sabiendo que todo en esta vida es pasajero
a veces cansa ser tren de tantas personas y momentos,
lugares que se vuelven desconocidos y muchos más aburridos
esperando siempre cualquier magia que logre esquivar la rutina y el hastió
Con recuerdos transeúntes que van dejando sabores amargos
y miradas perdidas, sonrisas apagadas y los brazos cruzados,
pero también están aquellos que logran formar esos hoyuelos
cuando pasan por la mente y logran devolverte la alegría
Que también los días fríos tienen su encanto con una buena compañía,
que los espacios ligeramente vacíos logran llenarse
sabiendo envolverte de buena música y un poco de vino
a la luz de las velas o con la luna reflejada entre las cortinas
Teniendo una lista interminable de defectos y errores
intento ser un poco más empática conmigo misma
como lo soy con las personas que amo y me han amado,
aceptando estas cicatrices que ahora forman parte mio...
