Basta de promesas inconclusas (me lo digo mientras me peino por la mañana después de haber pasado horas bajo la ducha) con la esperanza de que esta vez sea cierto, que cada despertar sea una oportunidad para poder seguir intentando lo que se supone que es la vida, ya a estas alturas disfruto el segundo que transcurre entre lo que creo y lo que quiero, ahora ya voy con las amarras sueltas para emprender cualquier viaje que se me presente.
Divago acerca de lo que me he convertido en todo este tiempo lejos de ciertas personas, cosas, costumbres y uno que otro juego que me hacía reír, ya no puedo tan si quiera pensar en el número de veces que me he encontrado esperando que alguna magia ocurra, todo se detiene cuando miro por la ventana un coche que me espera (no es él) y nunca más lo volverá a ser, por más de mil insomnios que provoque su recuerdo, y por tantas veces que me he convencido que su lugar ya no pertenece a mi lado.
Todo se detiene en el preciso momento en que intento parecer normal frente a las personas que suelen recordarme alguna parte de mi vida donde él lo era todo, y se difumina a lo lejos todo eso cuando entre la niebla prendo mi cigarrillo y mis pulmones ahora ya no lo nombran, solo esta la noche y lo poquito de cordura que ahora me queda.
Las canciones van perdiendo poco a poco ese impacto que me hacía bailar bajo la luna o la lluvia, una noche cualquiera te sientes otra vez importante por aquella falda que te luce cual princesa, y juras que te comprarás mil más por el simple hecho de la sensación nueva que has descubierto: vanidad, feminidad, que se yo ¡pero carajo que bien se siente!.
Recapitulando con la almohada me voy dando cuenta de que no importa el color de cabello que ahora traiga, siempre va a estar él enredado entre mis recuerdos, cuando inconscientemente lo nombre pidiendo de deseo el olvido, rogando algo o alguien que logre ponerle fin a este cúmulo de emociones que dejó dentro mio y no se quiere ir.
Y pierdes peso, amigos, las ganas de querer que alguien te rescate cuando ni tu misma sabes hacia donde ir, con quien seguir, y lo más importante PORQUE...